martes, 22 de diciembre de 2009

La caza y su mundo

El hombre ha ido evolucionando. El desarrollo de su inteligencia, que ha sido clave en su evolución, le ha llevado a un progreso continuo y a veces incalculable en sus consecuencias. Sus ansias de progreso han provocado que incluso el propio hombre pretenda cada día superarse a sí mismo. A lo largo de los años ha incrementado su inventiva creando artilugios para aprovecharse de su entorno y mejorar su calidad de vida.
La Caza ha formado parte de su vida durante millones de años, incluso en la actualidad pone en practica sus cualidades de cazador, para cazar todo aquello que le rodea en el más amplio sentido de la palabra.
La Caza es la actividad más antigua y más practicada por el hombre a lo largo de su historia. Actualmente, ya no se ejerce por necesidad, como en tiempos pasados, pero antropológicamente el hombre sigue conservando y utilizando sus facultades innatas de cazador para conseguir aquello que no posee, con la finalidad de superarlo, dominarlo e intentar hacerlo suyo.
En nuestro país la caza, coloquialmente hablando, es una actividad tremendamente practicada. En la actualidad los que la viven, sienten, comparten y la ejercen saben que no toda la caza es igual ni se practica con los mismos fines y objetivos, ni tampoco sobre las mismas especies ni con idénticas modalidades.
No hay nada legislado ni normalizado que establezca diferencias entre cada vertiente, forma, o tipo de caza y siente las bases para la práctica de cada una de ellas, estas diferencias sólo existen en la mente de los cazadores.
Dentro del amplio, complejo y ramificado mundo de la caza, la acción más practicada actualmente es la de cazar especies catalogadas como cinegéticas o especies cazables, lo que podría denominarse caza cinegética, regulada y normalizada por la Ley de Caza, y que interviene e influye en el aprovechamiento sostenido de los recursos faunísticos. En esta actividad se practica la acción de cazar por el cazador como actividad cinegética en los cotos o terrenos de caza, gestionados y normalizados por sus titulares o Sociedades de Caza; gestores que ejercen influencia sobre el medio natural y sobre especies autóctonas, salvajes, y silvestres; y en la cual se podrían diferenciar en su seno más de 50 modalidades cinegéticas diferentes (al salto, cetrería, reclamo, ojeo, rececho, montería, etc, etc, etc...), y dentro de algunas de estas modalidades, diferentes especialidades.
La Caza Cinegética tiene una vertiente deportiva, regulada por la Ley de Caza, la del Deporte, y por Reglamentos Específicos; la cual se ejerce cuando se realizan competiciones en las diferentes modalidades cinegéticas con unas reglas fijas establecidas para cada una de ellas (San Huberto, Caza menor con perro, etc.).
Otra forma de cazar no tan popular pero también muy practicada es la Caza Deportiva, regulada por la Ley del Deporte y Reglamentos Específicos, la cual no interviene ni influye en el aprovechamiento sostenible de los recursos faunísticos; se practica en Campos de Tiro o instalaciones deportivas gestionados y normalizados por sus titulares los Clubes de Caza, y donde los tiradores realizan la acción del tiro, sobre especies vivas de granja o/y criadas para tal fin, con diferentes modalidades deportivas (tiro de codorniz a máquina, palomas a brazo, etc.).
Existen otras vertientes con otros fines y formas de practicar la caza, pero no tan ejercidas y extendidas como las anteriores, como sucede con la caza científica, intensiva, industrial, submarina, fotográfica, cinematográfica, etc. Claro está que la caza tiene todo un mundo a su alrededor que permitiría identificar a cada uno según la finalidad con que la practica o la realiza. Sin embargo, la realidad es otra. No hay nada legislado ni normalizado que establezca diferencias entre cada vertiente, forma, o tipo de caza y siente las bases para la práctica de cada una de ellas, estas diferencias sólo existen en la mente de los cazadores. Sería interesante que se legislara aquello que nosotros ya sabemos, para que los demás lo conozcan y lo respeten.








Historia
El origen de la caza es casi tan antiguo como la existencia del hombre. Se considera que los primeros grupos humanos utilizaron un sistema de caza, pesca y recolección el cual fue muy eficiente para garantizar el poblamiento del planeta. Se estima que más del 80% de los grupos humanos en la actualidad son herederos de este modo de producción basado en el desarrollo de incipientes tecnologías y técnicas primitivas de recolección, cacería y pesca.
El hombre comenzó a cazar para subsistir, y así sigue siendo actualmente en muchas partes del mundo. La caza de subsistencia es aquella actividad que se realiza con la finalidad de obtener proteína animal o subproductos de caza para satisfacer las necesidades de grupos humanos ligados a zonas rurales donde la disponibilidad de especies cinegéticas es alta.



Medios
Para el ejercicio de la caza, el hombre se ha servido, y lo sigue haciendo, de otros animales: perros, hurón y aves rapaces (cetrería). El uso de perros es necesario prácticamente en todas las modalidades de caza, tanto menor como mayor, siendo indispensable en la caza de animales como el conejo, o como ocurre en la caza de liebre con galgo, siendo este último el único medio que usa el hombre para capturar al animal.




TRABAJO REALIZADO POR:

Adrián Chambra Prieto